La custodia compartida y la violencia de género es un tema de gran relevancia en el ámbito legal y social, ya que busca promover la participación activa de ambos progenitores en la crianza y educación de sus hijos. Sin embargo, cuando se trata de casos de violencia de género, este asunto adquiere matices complejos y sensibles que requieren una cuidadosa consideración.
En este artículo, exploraremos la intersección entre la custodia compartida y la violencia de género, analizando los desafíos y posibles soluciones para garantizar el bienestar de los niños y la seguridad de las víctimas.
La Custodia Compartida: Una Breve Perspectiva
La custodia compartida es un arreglo legal en el que ambos padres tienen la responsabilidad y el tiempo de crianza de los hijos. Lo que implica que comparten igualmente el tiempo y las decisiones relacionadas con la crianza.
Este modelo tiene como objetivo fomentar la participación activa de ambos progenitores en la vida de los niños, lo cual es considerado beneficioso para su desarrollo emocional y psicológico.
Violencia de Género: Un Desafío Persistente
La violencia de género, desafortunadamente, sigue siendo un problema significativo en muchas sociedades. Se manifiesta de diversas formas, incluyendo abuso físico, emocional, sexual y económico. Las mujeres son las principales víctimas de esta violencia, aunque es importante destacar que los hombres también pueden ser afectados.
El Conflicto entre la Custodia Compartida y la Violencia de Género
Cuando se enfrenta la posibilidad de otorgar custodia compartida en casos de violencia de género, se plantea un dilema complejo. Por un lado, se busca el bienestar de los niños y su derecho a tener una relación significativa con ambos padres. Por otro lado, la seguridad de la víctima es de suma importancia y puede estar en riesgo si se concede un acceso continuo al agresor.
Soluciones y Consideraciones
- Evaluaciones Profesionales: Es fundamental contar con la evaluación de profesionales de la salud mental y expertos en violencia de género para determinar si la custodia compartida es segura y apropiada en cada caso particular.
- Órdenes de Restricción: Si se otorga la custodia compartida, es crucial establecer órdenes de restricción para garantizar la seguridad de la víctima y los hijos.
- Supervisión Especializada: En algunos casos, la custodia compartida puede ser viable con la condición de que exista una supervisión especializada durante los encuentros entre el agresor y los hijos.
- Intervención y Tratamiento: Es esencial que el agresor participe en programas de intervención y tratamiento para abordar su comportamiento violento y aprender a relacionarse de manera saludable con los hijos.
- La Voz del Niño: Se debe otorgar importancia a la opinión y el bienestar emocional de los niños. Tomando en cuenta sus necesidades y preferencias en la decisión de custodia.
¿Mantenerlo prohibido por ley o permitir al juez que valore las circunstancias del caso?
Ahora bien, la ley no permite la guarda y custodia compartida cuando alguno de los progenitores está incurso en un proceso penal por atentar contra el otro cónyuge o los propios hijos. Tampoco si se advierten indicios de violencia doméstica o de género.
No obstante el Tribunal Supremo (TS) ha manifestado dudas sobre la constitucionalidad de la medida, planteando la cuestión ante el Tribunal Constitucional (TCo). Fue al analizar un caso en el que una madre, mientras se sustanciaba el proceso de divorcio. Interpuso denuncia contra el esposo, y padre de sus hijos, por una supuesta agresión física, lo que dio lugar a la incoación de diligencias penales.
El TS considera que esta determinación legal impide toda posibilidad de que los jueces y tribunales puedan llegar a adoptar la guarda y custodia compartida. Si aprecian que, en atención a las circunstancias particulares del caso, pudiera ser los más favorable para los intereses del menor.
Por ende, sin perjuicio del pronunciamiento que en su momento ofrezca el TCo a la cuestión planteada. Expertos juristas consultados nos han dado su opinión sobre esta controversia. Aunque la respuesta no es unánime, vislumbramos que el parecer mayoritario es permitir al juez que entre a valorar las circunstancias del caso y en atención a las misma decida porque:
– El interés del menor es superior y primordial. Por lo que no debería quedar automáticamente subordinado o postergado a una determinación legal que impide al tribunal ponderar los intereses en conflicto atendiendo especialmente a las circunstancias concretas del caso. No hay dos supuestos iguales, ni puede establecerse un criterio apriorístico sobre cuál sea su mayor beneficio.
– El interés superior del menor es el principio que inspira las medidas de custodia, educación y cuidado de los hijos, por ello es lo que ha de prevalecer también en el juicio en el que se valora el caso concreto.
– Aunque está acreditado que el sistema de custodia compartida puede resultar el más beneficioso para el interés del menor. Se impide que pueda valorar con procedencia su establecimiento atendiendo a las circunstancias del caso concreto.
Por otro lado, entre las voces más favorables a la ley en su configuración actual se argumenta que, y así lo ha recordado el propio TS en muchas ocasiones. La custodia compartida es incompatible entre progenitores con una relación beligerante y un alto grado de desencuentros.
Lo que es propio en los casos en los que existe un procedimiento penal por violencia de género. I más si entre los progenitores media una orden de protección con medidas penales de alejamiento y prohibición de comunicaciones. En los que, simplemente, ni tan siquiera resultaría la custodia compartida operativa.
Además, en estos supuestos, la relación paterno-filial puede asegurarse mediante un adecuado régimen de comunicaciones y/o visitas. Acorde con el interés del menor pues, aquí sí, la ley permite al tribunal, en todo caso, ese juicio valorativo.
En conclusión, la intersección entre la custodia compartida y la violencia de género es un tema altamente delicado que requiere un enfoque equilibrado y compasivo. Es esencial considerar el bienestar de los niños y la seguridad de la víctima al tomar decisiones legales.
La colaboración entre profesionales de la salud mental, expertos en violencia de género y el sistema judicial es crucial para encontrar soluciones que protejan a todas las partes involucradas.
Espero que haya sido de ayuda este post sobre la custodia compartida y la violencia de género. Para ver más visita nuestras noticias de actualidad.