El fallecimiento de un arrendatario y el local comercial es un tema que requiere tacto y comprensión. Tanto para los familiares del difunto como para el propietario del local, surgen preguntas sobre derechos, responsabilidades y el futuro del espacio. En este artículo, exploraremos las consideraciones legales y humanas que rodean este escenario delicado.
Derechos y Responsabilidades del Propietario
- Notificación y Acceso al Local: El propietario tiene el derecho de ser notificado oficialmente del fallecimiento del arrendatario. A partir de ese momento, también tiene el derecho de acceder al local para realizar una inspección. Aunque esto debe hacerse con sensibilidad y respeto hacia la situación de la familia del difunto.
- Deudas y Obligaciones Pendientes: El propietario tiene el derecho de cobrar cualquier deuda pendiente del arrendatario, como el alquiler o los gastos asociados al local. Sin embargo, este proceso debe llevarse a cabo de acuerdo con las leyes y regulaciones locales.
- Devolución del Depósito y Liquidación de Contrato: Si se ha proporcionado un depósito de garantía, este debe ser devuelto a los herederos legales del arrendatario después de deducir cualquier deuda pendiente. Además, es posible que se deba considerar la finalización del contrato de arrendamiento de manera mutua o de acuerdo con las leyes vigentes.
Derechos y Responsabilidades de los Familiares del Difunto
- Notificación y Desocupación del Local: Los familiares del difunto tienen la responsabilidad de notificar al propietario sobre el fallecimiento del arrendatario de manera oportuna y respetuosa. También deben desocupar el local según lo acordado.
- Liquidación de Deudas y Obligaciones: Es importante que los familiares se encarguen de saldar cualquier deuda pendiente relacionada con el arrendamiento. Esto puede incluir el pago de alquileres atrasados, gastos comunes y otras obligaciones financieras.
- Comunicación Abierta con el Propietario: Mantener una comunicación abierta y honesta con el propietario es esencial para llegar a acuerdos mutuos y resolver cualquier asunto pendiente de manera justa.
¿Puede traspasarlo el heredero no interesado en continuar con la actividad?
Ahora bien, en caso de fallecimiento del arrendatario, cuando en el local se ejerce una actividad empresarial o profesional, el heredero que continúe el ejercicio de la actividad puede subrogarse en los derechos y obligaciones de aquel hasta la extinción del contrato.
No obstante, la subrogación debe notificarse por escrito al arrendador dentro de los dos meses siguientes a la fecha del fallecimiento del arrendatario.
Del mismo modo, para proceder a la subrogación del contrato de arrendamiento por parte del heredero es necesaria la continuidad en el ejercicio de la actividad que se venía desarrollando por parte del arrendatario fallecido.
Por ende el arrendador podría extinguir el contrato de arrendamiento en caso de que no se esté llevando actividad alguna o esta no sea la misma que se venía desempeñando por el arrendatario original.
Bien, pues en la práctica, los tribunales han venido flexibilizando el plazo de dos meses para realizar la notificación del fallecimiento, llegando a entender suficiente la notificación verbal, siempre que permita al arrendador tener perfecto conocimiento del hecho del fallecimiento del arrendatario y de la existencia de personas en las que se dan los requisitos de parentesco.
No obstante, de realizarse el traspaso, en la actualidad la ley ya no exige escritura pública.
Como conclusión, el fallecimiento del arrendatario de un local comercial es un asunto complejo que requiere un enfoque equilibrado entre lo legal y lo humano. Con un conocimiento sólido de los derechos y responsabilidades de ambas partes y una actitud de empatía, se puede abordar este proceso de manera respetuosa y justa. Esto permitirá a ambas partes encontrar soluciones que honren los intereses de todos los involucrados.
Espero que haya sido de ayuda este post. Para ver más visita nuestras noticias de actualidad.
